(Redacción: Alvaro Carbajal)
Marta Harnecker, la autora marxista y socióloga chilena, reconocida por sus aportes a las luchas revolucionarias desde la educación y que ha centrado sus escrito en el movimiento obrero y elaboración de abundante documentación formativa, así como su amplia colaboración con los movimientos sociales de Latinoamérica, ofreció el 13 de mayo de 2015, una conferencia en la Facultad de Ciencias y Humanidades.
Su ponencia es un resumen de su penúltimo libro: “Un mundo a construir, nuevos caminos”, plantea los aportes de Carl Marx y Federico Hengels y qué motivo el fracaso del socialismo de la ex Unión Soviética y las diferencia con el desarrollo del socialismo del siglo XXI que impulsó Hugo Chávez.
Planteó que Chávez fue muy crítico con la socialismo soviético, él sostenía que una de las incidencias del fracaso fue por su burocratización; para Harnecker el fracaso de la URSS fue la falta de protagonismo popular, a diferencia de modelo impulsado por Chávez en la que los movimientos sociales juegan un papel protagónico.
La Escritora Chilena sostiene que para impulsar transformaciones sociales, dicho de otra forma es la praxis la que transforma al ser humano, esta tesis sostiene que todos los actores sociales participan en el desarrollo social.
Harnecker propone lo que da en llamar La Pedagogía de los Límites, en la que plantea cuatro premisas importantes para construir una sociedad más humana que se deben tener a cuenta: 1.-Toda transición es muy difícil; 2.- Para el proceso de cambio es importante la participación ciudadana; 3.- Los procesos son particulares de cada país y 4.- La capacidad que se tiene para resolver los problemas.
Harnecker concluyó que para avanzar en las transformaciones sociales se requiere de una nueva visión de la izquierda moderna: primero crear espacios de encuentro y no de discusión y, dos hay que convencer no imponer.
En el evento el Decano de la Facultad dio la bienvenida a la escritora chilena y elogió su aporte a las transformaciones sociales que han tenido países como Venezuela, Cuba y Bolivia; también reconoció que Harnecker es una representante legítima de los cambios revolucionario en América Latina, que incluye nuestro país, un proceso que aún inicia.
